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Comment dresser son chien au fonctionnement du collier anti-fugue ?

¿Cómo educar a tu perro para que utilice el collar antifugas?

Tener un perro puede ser un verdadero placer, pero también conlleva una gran responsabilidad. Una de las cosas más importantes que debe hacer como dueño de un perro es asegurarse de que su amigo peludo no se escape y se pierda. Aquí es donde los collares anti-fuga son muy útiles. Pero, ¿cómo le enseñas a tu perro a usarlo? ¡Mira nuestros mejores consejos!

Enseña a tu perro a usar un collar de escape

La fase que requiere más tiempo y rigor en la puesta en marcha del sistema de vallado antifuga no es la instalación del dispositivo sino la formación.

El animal que se enfrenta a un nuevo dispositivo, debe comprender de forma educativa los límites geográficos impuestos por el dispositivo y las razones por las que recibe una descarga electrostática. Es importante pasar la fase de adiestramiento del animal a riesgo de perturbar o incluso traumatizar a este último, dándole una aprehensión total de la cerca eléctrica antifugas para perros y haciendo que este último sea completamente inútil, lo que obviamente no es el objetivo.

El adiestramiento del perro para la barrera antifugas debe ser un adiestramiento progresivo que se realizará en una media de al menos dos semanas. Para ello, es importante proceder por niveles para obtener resultados satisfactorios y duraderos. Aparte de mucha paciencia , también necesitarás para el entrenamiento:

  • la valla antiescape de alambre o inalámbrica;
  • recompensas;
  • una correa ;
  • balizas o banderas de seguimiento;
  • tu fiel compañero.

Si se desea utilizar el collar y la valla antifugas en varios perros, el adiestramiento para el uso de la valla antifugas se debe realizar de a un perro a la vez . Y se recomienda realizar este adiestramiento lejos de otros perros para no molestar al perro en pleno adiestramiento.

1er nivel: Acostumbrar al perro a la valla antifuga

Este primer paso consiste en familiarizar al perro con el dispositivo, en particular con el collar receptor, por un lado, y hacerle comprender poco a poco el significado de las balizas y el pitido de aviso, por otro.

Comience colocando el collar receptor alrededor del cuello de su perro. Diviértete durante unos minutos dentro (centro) de la zona de libertad definida.

Luego coloque una correa en el perro y muévase hacia las balizas que bordean el perímetro cubierto. Si trata de acercarse demasiado a las balizas y suena el pitido de advertencia, diga “no” en un tono firme y de desaprobación mientras tira rápidamente de la correa. Debe sentir la urgencia en tu reacción. Repita la operación varias veces. Puedes premiar al perro con una mascota o una golosina para motivarlo a repetir la actividad. El objetivo de la maniobra es que en la cabeza del perro, el pitido de advertencia signifique “Debo dar la vuelta” o “No debo avanzar”.

En el caso del adiestramiento de cercas eléctricas inalámbricas, existe la posibilidad de dejarlo ir un poco más allá y por lo tanto añadir vibración como medio de aviso.

Al finalizar la sesión, vuelve a jugar unos minutos con tu perro para motivarlo a involucrarse en las sesiones de entrenamiento.

2do nivel: Agregar corrección

Para esta fase será necesario repetir el entrenamiento anterior soltándolo esta vez hasta la zona de corrección.

Pero es importante antes de iniciar este paso ajustar la intensidad de la descarga electrostática según el temperamento y tamaño del perro. De hecho, un perro más terco e imponente necesitará una carga mayor que un perro más temeroso o débil.

La diferencia de este paso con el ejercicio anterior es dejarlo pasar a la zona de corrección antes de tirar de la correa y decir “no”. Tendrás que estar muy atento a las reacciones de tu compañero canino , tranquilizarlo y felicitarlo cuando evite acercarse a las zonas de baliza. Se recomienda enfáticamente no exceder las tres descargas correctivas por día y siete por semana.

Como se recomienda en el paso anterior, tendrás que jugar con el perro al principio y al final de las sesiones.

3er nivel: Aumentar el entrenamiento manteniendo la correa

En esta etapa los principios de la valla antifuga deben ser adquiridos por el animal. Se trata pues aquí de ver si en estado febril el animal respeta los límites de su zona de libertad. Es necesario, por tanto, tirar un juguete, comida o poner a un compañero de juegos más allá de los límites de su perímetro de seguridad y ver si el perro intenta forzar el paso. Si este es el caso y el perro fuerza el paso, déjelo sorprender por la descarga electrostática y llévelo nuevamente dentro de los límites tirando ligeramente de la correa. Premiar al animal cuando regrese dentro de los límites de su zona de libertad y renovar el intento sin exceder el número de correcciones diarias recomendadas.

Si tu perro no supera el límite de las banderas de la alambrada, incluso con la presencia de tentaciones más allá de los límites durante diez intentos consecutivos, puedes dar por finalizado este nivel de entrenamiento.

4º nivel: Entrenamiento con tentaciones y sin correa

En esta última fase del entrenamiento puedes empezar a dejar que la correa se arrastre por el suelo. Después de varias pruebas consecutivas exitosas, si su perro no se deja arrastrar por otros perros o comida, entonces hay una clara evolución.

En esta etapa, puede quitarse el collar antifugas durante las sesiones de entrenamiento. También comience a reducir gradualmente la cantidad de balizas de seguimiento. Asegúrate de dejar la correa alrededor de su cuello colgando en el suelo para poder atraparlo en caso de que intente escapar. Dependiendo del progreso observado, retire completamente la correa y reduzca significativamente la cantidad de etiquetas visuales.

Después de quince intentos consecutivos, si el perro no supera los límites geográficos de su zona de libertad, su entrenamiento es un éxito. ¡Felicidades!

Debes tener en cuenta que a lo largo del aprendizaje se deben observar ciertos principios clave de la buena doma:

  • Proporcione recompensas que sean apropiadas para su mascota y lo suficientemente gratificantes para motivarla a seguir haciendo ejercicio (el queso suele hacer maravillas);
  • Sea paciente y aumente gradualmente el nivel de dificultad para no desmotivarlo;
  • No lo limites físicamente;
  • Realiza sesiones cortas y periódicas de unos quince minutos.

Aunque se necesita paciencia y algo de disciplina, entrenar a su perro para que use una cerca de escape puede ser una experiencia muy gratificante. No solo tu amigo peludo estará más agradecido, sino que también evitarás que se lastime o siga huyendo.

¿Alguna vez le has enseñado a tu perro a usar la valla de escape? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios a continuación. ¡Nos gustaría saber cómo te fue!

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